Hubiera bastado con hacer una pequeña escultura con peana a este librito, ¿por qué la editorial no lo reedita?. Es un poemario de 1985 de Javier Aguirre Gandarias. Confieso que me lo ha regalado con su amistad. En estos momentos de crisis hay más alimento aquí que lo que se puede comprar con un montón de euros. ¿Cuántas unidades de esta "música del río" se pueden hacer con la cantidad exacta que cuesta tan sólo una de las espantosas farolas de la plaza-rotonda de Zabálburu?, claro que como es sabido no vivimos en tiempos de lo exacto. Por eso, quizá por eso, se hacen las cosas y luego cuándo no funcionan las reparamos continuamente. Las fuentes luminosas de la plaza se preguntan a diario el porqué no funcionan los botones que las hacen cambiar de color. Negamos los juegoa a los niños, la calma, el sosiego a los mayores, prima la velocidad. Menos mal que los árboles en su natural crecimiento nos ocultarán con el tiempo esta maleza. El árbol, que será de nosotros sin el árbol y ... esta música del río. Gracias Javier.
21 may 2009
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