29 nov 2009

Gracias por las flores



Algunas reflexiones sobre Datas. Mixta/lienzo, 200x200 cm 2003

Uno

"Cada vez me atrae más la limitación en la invención de la propia historia."
Apuntes Elias Canetti. Galaxia Gutenberg


"Ya que el mundo se resistía a ser modificado, tenía que acatar el imperativo de encontrar un acuerdo con las cosas, con lo social, vamos a llamarlo, dejar de sufrir, reconciliarme, extraer de la existencia lo que me pudiera procurar satisfacciones."
Los pecados capitales. Fragmento de Él. Mercedes Soriano. Grijalbo 1990

Ha colgado Antón Hurtado, caminante inquieto, una buena acuarela en su ventana del blog. Buena por su desnudez. Desnudos, todos ganamos mucho. Al menos, a mí me pasa. Me encuentro bien. Claro que, luego hay que relacionarse: compartir criterios, trabajo, charla. ¿La tertulia?. ¿Dónde quedarán aquellas unidas voluntades?.
Dicen que la TV ha tergiversado todo. Digo que la TV ha tergiversado. Vivir informado. Vivir uniformado.
La acuarela "Puerto L" está realizada en Octubre. y este llamado hacia el trabajo de Datas también. Aquella en 2009 y este "Algunas reflexiones sobre Datas" en 2003. Así es y formó parte de mi exposición en la desaparecida Bilkin. "Gracias por las flores. Pormenor" en 2004. Desde mi punto de vista como obra principal junto a unas esculturas (Venecia). Claro que con el espectador nunca se cuenta. O se hace insustituible, imprescindible. En ocasiones es él quién debe terminar lo iniciado. Con su ilusión, su capacidad de ver, su punto de vista.

"No hacen falta alas para ser el bueno
basta con las ganas y con el empeño ...
Fragmento Silvio Rodriguez

Ocurre que estás emocionalmente imbuido en una obra, completamente seguro, al menos, de su racimo de miel y la celebrada es la obra de al lado. Y asientes porque todas ellas son de tu taller. Parientes. En alguna ocasión he ido a celebrar una exposición de un artista, no siempre amigo, en su inauguración y he sido, sin quererlo, el protagonista. El mundo a veces es muy vehemente y eso no te crea muy buena sensación. Pero así es en este mundo de la oferta sin demanda, del disponible, del escaparate.
Joseba Irazu dice que conoce tres tipos de artistas: Mudos, Comunicativos y Exotéricos.
Quizá a alguien le esclarezca algo esta sencilla división de Bernardo Atxaga, pero a mí saberlo no me impedirá ir a trabajar mañana. Solo. Porque estaré siempre acompañado de los otros. Y los libros, los catálogos que empiezan a trepar por las paredes. Sus lomos como espejos. Y el acuerdo tácito con las cosas que decía la buena de Mercedes Soriano. Y acaso Chet Baker al fondo o cualquier música elegida, mientras se enciende un cigarrillo detrás de los cristales. Transparentes. Y leído, como mala costumbre, el horóscopo diario.
Hoy estoy feliz. Ayer hablé con mi madre. Estamos los hermanos tan dispersos que no distanciados. Eso es lo deseable. Que en ocasiones pienso que es sólo mía. Mi madre. Un aluvión de luz. La abundancia en la escasez. El primer pecho.

Y octubre. Trataremos de los grupos artísticos después o siempre. En otra ocasión. Pero siempre que hable yo, que escriba yo, que enmudezca yo, estará mi madre.
Y este Octubre de Ángel González.

A VECES, EN OCTUBRE, ES LO QUE PASA ...

Cuando nada sucede,
y el verano se ha ido,
y las hojas comienzan a caer de los árboles,
y el frío oxida el borde de los ríos
y hace más lento el curso de las aguas;

cuando el cielo parece un mar violento,
y los pájaros cambian de paisaje,
y las palabras se oyen cada vez más lejanas,
como susurros que dispersa el viento;

entonces,
ya se sabe,
es lo que pasa:

esas hojas, los pájaros, las nubes,
las palabras dispersas y los ríos,
nos llenan de inquietud súbitamente
y de desesperanza.

No busquéis el motivo en vuestros corazones.
Tan sólo es lo que dije:
lo que pasa.

Palabra sobre palabra. Poemas elegíacos. Seix Barral.

Dos

Y fue unos meses antes de ese Octubre, pintado, que os cuento. Cuando expuse en el aula de Cultura de Gallarta. Allí me fui con mi suegro, Paco, a saludar a Dolores Ibarruri, en el bar del PC. Está muy cercano a la sala. En la Avenida del Minero. Quizá como último homenaje a lo que fue. Y que ahora es aliciente tan sólo para la memoria. Siempre me parecerá extraordinario ese modo de zanjar los asuntos. Una tarde se inaugura la Avenida del Minero. Y a otra cosa. Ahora el pueblo es pretenciosamente industrial, sin industria, al otro lado de la ría. Allí donde la margen derecha queda, como antaño, demasiado lejos.
Me contó, Paco, mientras viajábamos, con el tono importante de las cosas secretas, que en los sesenta había un hombre del Este, polaco, armenio tal vez ... que tocaba el violín y vivía en una lonja de Recalde y pintaba. Y pintaba. En la lonja con una bombilla seca en el centro.
Tocaba el violín para llenar de luz musical ese pequeño espacio, donde comía, dormía, vivía con una bombilla. Sola. Y pintaba, y no se sabía con certeza de qué vivía. Tocaba el violín para él y pintaba cuadritos que quizá vendía.
Tomando un café, debajo de la Pasionaria, me confesó: - Me siento mayor al ver tus pinturas. Traduje de inmediato que eso lo decía por la amistad, por la familiaridad que nos unía. Podría haber dicho: - Esto es un disparate. Pero era respetuoso y sabía del compromiso que yo había adquirido con mi trabajo.
Dice Colin Dexter en su novela El mundo silencioso de Nicholas Quinn. Plaza Janés.

"Ninguna acción humana tiene lugar por puro azar y desconectada de otros acontecimientos. No hay nada que no sea susceptible de explicación."

Creo que apreciaba, Paco, más la cantidad de obras, el trabajo, que las obras expuestas. Desde su diferencia de edad, inalcanzable. Temiendo que fuera yo a quedarme en el futuro de esa guisa. Como aquel señor del Este, con una sola bombilla, que pintaba y ... sin saber tocar el violín.

Me parece un abultado error que alguien, con la edad que tiene el mundo, manifieste que no entiende de pintura. Más grave aún, si estas ocasionales confesiones veniales, por otra parte, surgen de boca de personas relacionadas con el arte. Estoy seguro que la verdad de todo empieza en la literatura de intriga.

5 comentarios:

Alberto Palomera dijo...

Carmelo, mastico tus palabras y la digestión es lenta, muy lenta, que no pesada sino ligera, que fluye por el interior y se instala, se queda parasiempre. Engorda un poco, pero ya se sabe con los años la buena tripa es de un buen vivir. Salud. Te derramas Carmelo, no hay contenedor que aguante este aliviadero tuyo que es demasiado enorme para este mundo. Eres más grande que la torre de babel, que tenía su tamaño. Saludos saludables.

nimenos dijo...

Ese cuadro me recuerda a mi tío...es mi tío... cuando era joven y punky, y su casa era toda rosa, marrón y blanco.... espero que no te inoportune mi asociación de imágenes....

Besos

Joaquin C. dijo...

"Gracias por las flores" me agrada especialmente. Tus publicaciones y comentarios tambien. Es un agrado seguir viendo sus obras y leyendoles. Salud.

Carmelo Camacho dijo...

Nimenos cuando entras en esta casa se hace la luz¡¡ Espero que le apreciaras como yo a mi tio Roberto. Ah, muy interesante el espacio de Gudulina. Salud a raudales.

nimenos dijo...

Precioso poema que no conocía.

Yo soy persona de primaveras y sobre todo de veranos.

Me acobardo si me falta la luz y el calor y hasta entro en especie de embriaguez cuando los días van siendo más largos...

Ahora vivo pegada a ese fantástico invento llamado mesa camilla, y mis gatos también.